Después de un año y de la mano de Sledgehammer Games, llega a nuestras consolas otra entrega de la saga bélica Call of Duty. El juego está disponible para Xbox One, PlayStation 4, Xbox 360, PlayStation 3 y Microsoft Windows desde el día 4 de noviembre de 2014.
Lejos de intentar ser continuista con otros títulos de la franquicia (Modern Warfare, Black Ops, Ghosts), el título pretende aportar frescura y dinamismo en una saga algo estancada a tenor de sus últimas entregas.
Para empezar, el juego está ambientado en el año 2054 en un escenario en el que la tecnología y las compañias militares privadas (PMC) están a la orden del día. Contamos con una gran variedad de armas, miras, granadas de diversos tipos, ganchos, propulsores de supersalto, y exoesqueletos que nos ayudarán en nuestra misión: matar a los malos hasta acabar con el villano de turno (Kevin Spacey alias Jonathan Irons).
Además de todo un arsenal de armas, vehículos y todo tipo de dispositivos o gadgets (granadas de marca que nos permiten ver la posición de los enemigos, granadas PEM que afectan a drones y otros enemigos, guantes magnéticos con los que podremos trepar por edificios en ciertos momentos…), una de las novedades que nos ofrece el título a nivel jugable consiste en un movimiento lateral de esquiva que se realiza pulsando el analógico izquierdo a la vez que se mueve hacia el lateral elegido para la esquiva. Se agradece que se intenten añadir opciones de este tipo que afecten a nivel jugable, pero a decir verdad lo hemos usado muy poco durante la campaña, tal vez por el diseño de los escenarios o la manera en que tienen de abordarte los enemigos, pero el juego tampoco incita a usarlo, no se siente necesario, y es por ello que no modifica la jugabilidad de la saga sustancialmente. El uso de propulsores o jetpacks, tanto por nuestra parte como por los enemigos, añade un factor de verticalidad en los tiroteos que si bien es un soplo de aire fresco tampoco es un cambio demasiado drástico a nivel jugable: el juego, pese a contar con tiroteos algo más dinámicos y las nuevas posibilidades que abren cierto abanico a nivel táctico, se siente un Call of Duty de principio a fin.
La campaña cuenta con 15 misiones, que podremos jugar en cuatro niveles de dificultad (Recluta, Profesional, Curtido y Veterano), con una duración total aproximada de 7-8 horas. A decir verdad nos ha parecido algo insulsa y muy lineal, tópica y previsible. No es que sea mala, simplemente le falta esa chispa y originalidad argumental y especialmente jugable que le haga destacar del resto de Call of Duty y otros shooter que existen actualmente en el mercado. Ambientación futurista, pero mecánicas y jugabilidad ya muy quemadas. La propuesta se mantiene como en toda la saga, campaña lineal, plagada de scripts (los enemigos tienen unos patrones muy marcados), acción que no deja respiro salvo en algún momento puntual de sigilo, y nuestro protagonista librándose de la muerte en casi cualquier nivel con la típica secuencia espectacular de un accidente de helicóptero, edificio derruyéndose, etc., nuestro personaje siempre sobrevive a las más arduas situaciones en una sobredosis de epicidad. Habiéndolo jugado en dificultad Curtido, también hemos de comentar que la campaña nos ha parecido más fácil que otros títulos de la saga.
Por suerte, para amortizar nuestra inversión, el título cuenta también con su ya clásico modo Multijugador con el que alargar las horas de vicio y que de hecho tiene un papel principal en el juego si queremos exprimirlo como es debido; y un modo Supervivencia Exo (cooperativo) basado en oleadas que se puede jugar tanto en local como en línea.
Si comentábamos que las novedades no afectaban mucho a la jugabilidad en el modo campaña, no podemos decir lo mismo del multijugador, donde el uso de los nuevos movimientos de esquiva y especialmente el uso de jetpacks (que se activan con doble salto) si suponen un cambio considerable respecto a ediciones anteriores, y aportan frescura y dinamismo a un multijugador marca de la casa, destacando también un muy buen trabajo en el diseño de niveles para aprovechar estas novedades.
A nivel gráfico el juego (en XBOX 360 que es la plataforma sobre la que se ha hecho la review) luce bastante bien, siendo normal que a estas alturas de generación se exprima el hardware como es debido, dejándonos un acabado técnico notable a nivel de modelados, animaciones, texturas e iluminación, especialmente en las cinemáticas. Todo ello a 60fps y con el fino control al que nos tiene acostumbrados la saga, pese a que la esquiva lateral y la acción de resbalar pudieran pulirse algo más. Música y efectos por el contrario no destacan especialmente, cumpliendo sin más.
En definitiva, un Call of Duty más, con las virtudes y defectos que conlleva, que intenta innovar en ciertos aspectos pero se queda a medio camino, especialmente en el modo campaña. Es cierto que si innovara demasiado perdería su esencia e identidad, pero ya son 7 años desde COD4:Modern Warfare, con entregas anuales, y la fórmula parece ya algo quemada. Por suerte el multijugador ha ganado en frescura con esta entrega.
LO MEJOR
Gráficamente supera a sus antecesores.
La campaña tiene buen ritmo en general.
Las batallas se han dinamizado gracias a los gadgets y nuevas posibilidades.
El multijugador que alarga la duración del título hasta que queramos.
LO PEOR
No aporta demasiadas novedades con respecto a lo ya visto en la franquicia.
Campaña algo corta, no excesivamente difícil, y demasiado “sobre raíles”.
RECOMENDADO PARA:
Jugadores fan de la franquicia.
Jugadores que busquen una experiencia principalmente online.
NO RECOMENDADO PARA:
Si buscas un first person shooter fuera del montón (algo dificil a día de hoy), tal vez deberías probar otras alternativas, como el notable Wolfenstein: The New Order.
Lejos de intentar ser continuista con otros títulos de la franquicia (Modern Warfare, Black Ops, Ghosts), el título pretende aportar frescura y dinamismo en una saga algo estancada a tenor de sus últimas entregas.
Para empezar, el juego está ambientado en el año 2054 en un escenario en el que la tecnología y las compañias militares privadas (PMC) están a la orden del día. Contamos con una gran variedad de armas, miras, granadas de diversos tipos, ganchos, propulsores de supersalto, y exoesqueletos que nos ayudarán en nuestra misión: matar a los malos hasta acabar con el villano de turno (Kevin Spacey alias Jonathan Irons).
Además de todo un arsenal de armas, vehículos y todo tipo de dispositivos o gadgets (granadas de marca que nos permiten ver la posición de los enemigos, granadas PEM que afectan a drones y otros enemigos, guantes magnéticos con los que podremos trepar por edificios en ciertos momentos…), una de las novedades que nos ofrece el título a nivel jugable consiste en un movimiento lateral de esquiva que se realiza pulsando el analógico izquierdo a la vez que se mueve hacia el lateral elegido para la esquiva. Se agradece que se intenten añadir opciones de este tipo que afecten a nivel jugable, pero a decir verdad lo hemos usado muy poco durante la campaña, tal vez por el diseño de los escenarios o la manera en que tienen de abordarte los enemigos, pero el juego tampoco incita a usarlo, no se siente necesario, y es por ello que no modifica la jugabilidad de la saga sustancialmente. El uso de propulsores o jetpacks, tanto por nuestra parte como por los enemigos, añade un factor de verticalidad en los tiroteos que si bien es un soplo de aire fresco tampoco es un cambio demasiado drástico a nivel jugable: el juego, pese a contar con tiroteos algo más dinámicos y las nuevas posibilidades que abren cierto abanico a nivel táctico, se siente un Call of Duty de principio a fin.
La campaña cuenta con 15 misiones, que podremos jugar en cuatro niveles de dificultad (Recluta, Profesional, Curtido y Veterano), con una duración total aproximada de 7-8 horas. A decir verdad nos ha parecido algo insulsa y muy lineal, tópica y previsible. No es que sea mala, simplemente le falta esa chispa y originalidad argumental y especialmente jugable que le haga destacar del resto de Call of Duty y otros shooter que existen actualmente en el mercado. Ambientación futurista, pero mecánicas y jugabilidad ya muy quemadas. La propuesta se mantiene como en toda la saga, campaña lineal, plagada de scripts (los enemigos tienen unos patrones muy marcados), acción que no deja respiro salvo en algún momento puntual de sigilo, y nuestro protagonista librándose de la muerte en casi cualquier nivel con la típica secuencia espectacular de un accidente de helicóptero, edificio derruyéndose, etc., nuestro personaje siempre sobrevive a las más arduas situaciones en una sobredosis de epicidad. Habiéndolo jugado en dificultad Curtido, también hemos de comentar que la campaña nos ha parecido más fácil que otros títulos de la saga.
Por suerte, para amortizar nuestra inversión, el título cuenta también con su ya clásico modo Multijugador con el que alargar las horas de vicio y que de hecho tiene un papel principal en el juego si queremos exprimirlo como es debido; y un modo Supervivencia Exo (cooperativo) basado en oleadas que se puede jugar tanto en local como en línea.
Si comentábamos que las novedades no afectaban mucho a la jugabilidad en el modo campaña, no podemos decir lo mismo del multijugador, donde el uso de los nuevos movimientos de esquiva y especialmente el uso de jetpacks (que se activan con doble salto) si suponen un cambio considerable respecto a ediciones anteriores, y aportan frescura y dinamismo a un multijugador marca de la casa, destacando también un muy buen trabajo en el diseño de niveles para aprovechar estas novedades.
A nivel gráfico el juego (en XBOX 360 que es la plataforma sobre la que se ha hecho la review) luce bastante bien, siendo normal que a estas alturas de generación se exprima el hardware como es debido, dejándonos un acabado técnico notable a nivel de modelados, animaciones, texturas e iluminación, especialmente en las cinemáticas. Todo ello a 60fps y con el fino control al que nos tiene acostumbrados la saga, pese a que la esquiva lateral y la acción de resbalar pudieran pulirse algo más. Música y efectos por el contrario no destacan especialmente, cumpliendo sin más.
En definitiva, un Call of Duty más, con las virtudes y defectos que conlleva, que intenta innovar en ciertos aspectos pero se queda a medio camino, especialmente en el modo campaña. Es cierto que si innovara demasiado perdería su esencia e identidad, pero ya son 7 años desde COD4:Modern Warfare, con entregas anuales, y la fórmula parece ya algo quemada. Por suerte el multijugador ha ganado en frescura con esta entrega.
LO MEJOR
Gráficamente supera a sus antecesores.
La campaña tiene buen ritmo en general.
Las batallas se han dinamizado gracias a los gadgets y nuevas posibilidades.
El multijugador que alarga la duración del título hasta que queramos.
LO PEOR
No aporta demasiadas novedades con respecto a lo ya visto en la franquicia.
Campaña algo corta, no excesivamente difícil, y demasiado “sobre raíles”.
RECOMENDADO PARA:
Jugadores fan de la franquicia.
Jugadores que busquen una experiencia principalmente online.
NO RECOMENDADO PARA:
Si buscas un first person shooter fuera del montón (algo dificil a día de hoy), tal vez deberías probar otras alternativas, como el notable Wolfenstein: The New Order.
No hay comentarios:
Publicar un comentario