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martes, 25 de noviembre de 2014

Videojuegos: no me vendas lo que no eres.

Es cierto, a los juegos hay que valorarlos por lo que son y no por lo que no son. No podemos juzgar a un juego por no ser lo que no es, por mucho que nosotros esperemos que sea. Digo esto porque hay muchas páginas que a la hora de analizar un juego le echan en cara que éste no ofrezca más posibilidades en un sentido o en otro, o que no sea de tal manera en lugar de ésta otra.


¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que por ejemplo, si estamos valorando un juego de acción lineal, no podemos penalizarlo porque sea lineal y no sea de mundo abierto, porque su propuesta es la que es y es con esa propuesta con la que debemos ser críticos, y no dejarnos influir por lo que a  nosotros, o a la gran mayoría de usuarios, nos hubiera gustado.


Hasta aquí todo correcto, y creo que todos estaremos de acuerdo, pero hay que tener en cuenta otro factor, qué es lo que se espera del juego. Cuando el juego llega a nuestras manos ya hemos estado bombardeados por una campaña de marketing que se ha ocupado de ensalzar unas características del juego y no otras. Esto hace que si el título no cumple con lo que nos han vendido de antemano, tenemos todo el derecho del mundo a sentirnos defraudados , y a penalizarlo en nuestra valoración.

Su propuesta seguirá siendo la que es y no otra, pero si ya nos han estado vendiendo otro tipo de propuesta de antemano, y luego el juego no cumple con ella, estamos en nuestro derecho a la hora de echarle en cara al juego aquello que no cumple con respecto a su campaña de publicidad y marketing.
Las grandes editoras tienen el deber de encargar campañas de publicidad y marketing que sean reales, y que  no hagan que el título venda más porque sí, si no que también haya una ética y transparencia en cuento a lo que se comunica y a lo que ofrece el producto.


Porque una campaña de comunicación puede ser muy efectiva a la hora de vender un título, jugando con engaños de diferentes tipos, vale, has conseguido muchas ventas, pero también has conseguido poner al público en tu contra y colocarte en la mente de los consumidores como una marca relacionada con la frustración y la decepción, lo que hará que a su segunda entrega le cueste mucho más vender.

Por otra parte, si un juego pertenece a una saga, y esa saga siempre se ha caracterizado por una serie de características, y de repente, el nuevo título, no las ofrece, una de dos, o se comunica de antemano antes de que el producto salga a las tiendas, o si no, también estaremos en todo nuestro derecho de penalizar al título por no poseer características que sí debería tener al ser las que la gente espera por pertenecer a una saga.


Por ejemplo, si de repente nos llega un Call of Duty y cuando nos disponemos a jugar, nos damos cuenta de que es un juego de sigilo, estamos en todo nuestro derecho de sentirnos decepcionados, ya que lo que todo el mundo espera de un Call of Duty es que sea un juego de disparos, a no ser que haya habido una campaña de comunicación, situando al nuevo Call of Duty como un juego de sigilo y no de disparos.

Creo que todo esto, que puede parecer muy lógico, algunas revistas se olvidan de ello, estamos de acuerdo en que a los juegos hay que valorarlos por lo que son y no por lo que no son, de eso no hay duda, pero hay que tener también en cuenta factores como lo que se espera que sean, y no un se espera por razones subjetivas, si no por factores de marketing.


Las campañas de comunicación tienen una labor fundamental a la hora de situar el producto en la mente del consumidor, con una serie de características y particularidades. Si luego el juego no cumple con lo prometido, tendremos todo el derecho a infravalorarlo y criticarlo, muy a nuestro pesar. Por otro lado si un juego pertenece a una saga consagrada que atesora una serie de características , y el juego no cumple con ellas, y no nos han avisado de que no las cumple, también estaremos en nuestro derecho de  juzgarlo en relación a ello.

Comento todo esto, porque parece que últimamente estamos asistiendo a campañas de marketing del vender por vender, cuanto más mejor. Y creo que no están considerando, que si llegas a vender mucho de un juego que decepciona, vete preparando para invertir en doble en la campaña de tu siguiente juego, porque vas a tener a todo el mundo en contra, y todo esto puede hacer que al final la marca, tanto de la editora, como del estudio, vaya desgastándose.


Cuando se analiza un juego, no sólo se hace sobre el título, si no sobre nuestra experiencia con el título, y en esa experiencia entran nuestras espectativas para con él, espectativas que han sido creadas en función de la campaña de publicidad y la saga ( en el caso de que sea saga) a la que pertenece.

Asi que recomendaría a las editoras que se dejen esa filosofía de la venta por encima de todo, vender aunque sea lo que no se es, vender aunque sea mentira, vender aunque luego vayan a tener a todos los usuarios en contra, porque no se trata tanto de vender por vender, si no de la experiencia que genera el producto que has vendido.

Basta ya de engaños, de tomarnos el pelo, de vendernos la moto, de tratarnos como a niños, creo que no se están dando cuenta de que los usuarios hemos alcanzado nuestra mayoría de edad hace mucho , y tenemos criterio y capacidad de crítica. La industria del videojuego se está creyendo mucho a sí misma, está engordando de poder, cegándose de beneficios, y nos tratan al resto de humanos como a idiotas, casi tanto como lo hace (o intenta hacer) el gobierno de España. Parece que todavía no se han dado cuenta de que el poder, lo tenemos nosotros, y de tontos, no tenemos un pelo.